Para que los órganos se pongan en contacto con los tejidos y órganos sobre los que actúan deben atravesar la piel y las mucosas (absorción mediata o indirecta), o bien ha de producirse una efracción de estos revestimientos (administración inmediata o directa).

Vías inmediatas o directas:

  • Intradérmica.
  • Subcutánea.
  • Intramuscular.
  • Intravenosa.
  • Intraarterial.
  • Intralinfatica.
  • Intracardiaca.
  • Intraperitoneal.
  • Intrapleural.
  • Intraarticular.
  • Intraósea.
  • Intrarraquídea.
  • Intramural.

Vías mediatas o indirectas:

  • Oral.
  • Bucal o sublingual.
  • Rectal.
  • Respiratoria.
  • Dérmica o cutánea.
  • Genitourinaria.

Vías inmediatas o directas (inyectables o parenterales):
Permiten que el fármaco alcance el medio interno sin necesidad de atravesar ninguna barrera epitelial. La absorción es regular y los fármacos llegan sin sufrir alteraciones a su lugar de acción (no hay efecto de primer paso hepático). Posibilitan efectos rápidos en situaciones de emergencia. Suelen ser caras, dolorosas, ocasionan complicaciones y requieren técnicas especiales de administración que implican el uso de asepsia y conocimientos anatómicos. Resulta difícil retirar el fármaco en caso de sobredosis.

Los preparados para administración parenteral son formulaciones estériles, apirógenas destinadas a ser inyectadas o implantadas en el cuerpo humano, aquí las 5 más representativas:

  1. Preparaciones inyectables. Son preparaciones del principio activo disuelto (solución), emulsionado (emulsión) o disperso (suspensión) en agua o en un líquido no acuoso apropiado.
  2. Preparaciones para diluir previamente a la administración parenteral. Soluciones concentradas y estériles destinadas a ser inyectadas o administradas por perfusión tras ser diluidas en un líquido apropiado antes de su administración.
  3. Preparaciones inyectables para perfusión. Son soluciones acuosas o emulsiones de fase externa acuosa, exentas de pirógenos, estériles y, en la medida de lo posible, isotónicas con respecto a la sangre.
  4. Polvo para preparaciones inyectables extemporáneas. Sustancias sólidas estériles, dosificadas y acondicionadas en recipientes definidos que, rápidamente tras agitación, en presencia de un volumen prescrito de líquido estéril apropiado, dan lugar a soluciones prácticamente límpidas, exentas de partículas, o bien a suspensiones uniformes.
  5. Implantes o pellet. Son masas sólidas estériles pequeñas que contienen un principio activo altamente purificado, preparados mediante compresión o moldeado. Están destinados para obtener una liberación continua del principio activo durante largos períodos de tiempo.

Las vías intravenosa (IV), subcutánea (SC), e intramuscular (IM), son las principales para la administración de preparaciones inyectables.




Vía subcutánea: El fármaco se inyecta debajo de la piel, desde donde difunde a través del tejido conectivo y penetra en el torrente circulatorio. Las soluciones deben ser neutras e isotónicas, caso contrario pueden resultar irritantes y provocar dolor y necrosis. Las soluciones oleosas pueden enquistarse y provocar un absceso estéril. El flujo sanguíneo condiciona la absorción y, como suele ser menor que el del territorio muscular, la absorción es generalmente más lenta que con la vía intramuscular, aunque más rápida que con la vía oral.

La velocidad de entrada en la circulación puede reducirse provocando vasoconstricción mediante aplicación local de frío o incorporando un agente vasoconstrictor, y puede acelerarse provocando vasodilatación y aumento de flujo mediante calor, masaje o ejercicio.

Vía intramuscular: La absorción es más rápida y regular que con la vía subcutánea y, produce menos dolor. La vía intramuscular resulta especialmente útil para fármacos que se absorben mal por vía oral; que se degradan por vía oral) o que tienen  un primer paso hepático muy importante. La absorción para las sustancias solubles oscila entre 10 y 30 min. Las sustancias insolubles o disueltas en vehículo oleoso y las formas especiales de depósito se absorben con más lentitud. 

El flujo y la vascularización también condicionan la velocidad de absorción. El flujo es, por ejemplo, muy superior durante el ejercicio o si hay fiebre. Por el contrario, la presión arterial muy baja se acompaña de escaso flujo muscular y cierre capilar, lo que hace imposible la absorción. 

Vía intravenosa: El fármaco se administra directamente en el torrente circulatorio y alcanza el lugar donde debe actuar sin sufrir alteraciones. Es útil para emergencias. El efecto aparece al cabo de 15 segundos

Mediante un sistema de perfusión por goteo intravenoso se puede regular el ritmo de la administración y controlarse con precisión la cantidad administrada y los niveles sanguíneos durante el tiempo que sea preciso. Además, permite interrumpir la administración instantáneamente si aparece algún síntoma tóxico. 

Asimismo, pueden administrarse fármacos con propiedades irritantes y perfundir grandes volúmenes de líquidos.

Esta vía presenta algunos inconvenientes. Después de administrado, el fármaco no puede extraerse, y si no se controla el ritmo de la administración, pueden aparecer efectos tóxicos. 

Las reacciones anafilácticas son especialmente graves. Esta vía no permite administrar fármacos en suspensión ni soluciones oleosas, pues existe riesgo de embolia. 

Las infusiones prolongadas o el empleo de productos muy irritantes pueden lesionar la pared vascular. Por todo ello, esta vía está reservada para casos de necesidad, y cuando se utiliza se imponen las máximas precauciones de asepsia y el control riguroso de la técnica.


Vías mediatas e indirectas:


Vía oral: Las vías más utilizadas son las mediatas o indirectas y, dentro de éstas, la oral es la más frecuente.




Las formas farmacéuticas orales pueden ser:

1- Formas orales Líquidas: 

Las más usuales son:

  • Jarabe( solución oral con alta concentración de sacarosa u otros azucares).
  • Elixir (solución hidroalcohólica).
  • Suspensión( principio activo insoluble en el vehículo, por lo que se encuentra suspendido en el mismo por la acción de excipientes adecuados).
  • Suspensión extemporánea (aquella que, por su poca estabilidad, se prepara en el momento de ser administrada).
  • Gotas (principio activo concentrado).
  • Tinturas (soluciones alcohólicas o hidroalcohólicas preparadas a partir de drogas vegetales o de otro origen).
  • Tisanas (una o más drogas vegetales enteras, fragmentadas o molidas, destinadas a preparaciones acuosas por medio de infusión, maceración, cocimiento o decocción).

2- Formas orales sólidas:

  1. Comprimidos: Formas farmacéuticas sólidas que contienen uno o más principios activos generalmente acompañados por excipientes apropiados y se administran por vía entérica; también vienen disponibles para administrarse por otras vías (sublingual, subcutánea, rectal, vaginal). Pueden recubrirse para proteger sus componentes de los efectos de la luz, del aire, o de la humedad, enmascarar sabores u olores desagradables, mejorar la apariencia o controlar el sitio de liberación del principio activo en el tracto gastrointestinal. Asì, los comprimidos destinados a la administración oral pueden clasificarse en:

  • Comprimidos no recubiertos: Obtenidos por simple compresión. Están compuestos por el fármaco y los excipientes (diluyentes, aglutinantes, disgregantes, lubrificantes).
  • Comprimidos de capas múltiples: obtenidos por múltiples compresiones con lo que se obtienen varios núcleos superpuestos, con distinta compactación en cada uno de ellos. Este tipo de comprimidos se utiliza bien para administrar dos o más fármacos incompatibles entre sí, o bien para obtener una acción más prolongada de uno de ellos. Otras veces, se pretende administrar un solo fármaco, pero compactados en núcleos concéntricos de diferente velocidad de liberación.
  • Comprimidos con cubierta simple o grageas: El recubrimiento puede ser de azúcar o de un polímero que se rompe al llegar al estómago. Sirven para proteger al fármaco de la humedad y del aire, así como para enmascarar sabores y olores desagradables.
  • Comprimidos con cubierta gastrorresistente o entérica: Resisten las secreciones ácidas del estómago, disgregándose finalmente en el intestino delgado. Se emplean para proteger fármacos que se alteran por los jugos gástricos o para proteger a la mucosa gástrica de fármacos irritantes.
  • Comprimidos de liberación controlada: Son sistemas que ejercen un control sobre la liberación del principio activo en el organismo para que se produzca durante un período prolongado de tiempo después de la administración.
  • *Comprimidos efervescentes: Se obtienen por compresión de un granulado de sales efervescentes, generalmente un ácido (ácido cítrico) y un álcali (bicarbonato sódico). Estas sustancias, en contacto con el agua, originan anhídrido carbónico que va descomponiendo la masa del comprimido y liberando el principio activo.
  • *Comprimidos bucales: Son comprimidos destinados a disolverse íntegramente en la boca, con objeto de ejercer una acción local sobre la mucosa.

2- Cápsulas: Las cápsulas son formas farmacéuticas sólidas que contienen el principio activo solo o acompañado por excipientes dentro de una cubierta soluble rígida o blanda. Generalmente la gelatina es el componente principal de las paredes de las cápsulas.

El contenido no debe provocar el deterioro del receptáculo, el cual se alterará por la acción de los jugos digestivos, produciéndose la liberación del contenido (a excepción de las capsulas de cubierta gastrorresistente).

En la mayoría de los casos, las cápsulas se destinan a la administración oral, distinguiéndose las siguientes categorías:

  • Cápsulas duras o rígidas: formadas por la tapa y la caja (2 medias cápsulas cilíndricas) que se cierran por encajado de ambas. Se llenan con polvos o gránulos.
  • Cápsulas blandas o perlas: receptáculo de una sola pieza; en la mayoría de los casos se llenan con líquidos oleosos o no acuosos miscibles con el agua conteniendo los principios activos disueltos o suspendidos en su interior.

A su vez las cápsulas rígidas o blandas pueden ser:

  • Cápsulas de cubierta gastrorresistente: se obtienen recubriendo cápsulas duras o blandas o los gránulos encapsulados con una película gastrorresistente para evitar la liberación del principio activo en el estómago por problemas de inactivación del mismo o por ser irritante de la mucosa gástrica.
  • Cápsulas de liberación prolongada (acción prolongada, acción extendida, liberación sostenida): cápsulas duras o blandas cuyo proceso de fabricación, o bien su contenido y/o recubrimiento, integran en su composición sustancias auxiliares destinadas a modificar la velocidad o el lugar de liberación del o los principios activos.
  • Con criterios de fabricación y composición totalmente distintos existen también cápsulas para administrar por vías distintas a la oral: cápsulas vaginales o cápsulas rectales.

3- Polvos: Son productos sólidos constituidos por una sustancia o mezcla homogénea de sustancias finamente divididos que pueden estar destinados para uso interno (polvos orales) o uso externo (polvos tópicos).

Los polvos pueden estar destinados a ser reconstituidos mediante el agregado de una cantidad específica de agua u otro vehículo al momento de usar. Estos productos reconstituidos tienen generalmente una estabilidad limitada.

4- Pastillas: Son preparados sólidos destinados a disolverse o desintegrarse lentamente en la boca. Contienen uno o varios principios activos, generalmente en una base azucarada. Pueden ser preparados por moldeo o mediante compresión. Para tratamiento local de irritación e infección bucal, aunque se pueden usar para acción sistémica.


Vía bucal o sublingual: (Comprimidos, capsulas y gotas) La mucosa bucal posee un epitelio que está muy vascularizado, a través del cual los fármacos pueden absorberse. Las zonas más selectivas están localizadas en la mucosa sublingual, la base de la lengua y la pared interna de las mejillas.

Por esta razón, los fármacos deben colocarse debajo de la lengua o entre la encía y la mejilla. El sistema venoso de la boca drena en la vena cava superior y no en la porta, de forma que los medicamentos administrados de esta manera eluden el paso por el hígado y la inactivación que en él se produce. También eluden la inactivación por las secreciones gástrica e intestinal.



Vía rectal: (Supositorios, enemas, comprimidos rectales, pomadas) La absorción es irregular e incompleta, pues el medicamento se mezcla con el contenido rectal y no contacta directamente con la mucosa. Se utiliza para ejercer una acción sistémica o local.
Las venas hemorroidales superiores vierten al sistema porta, y una cantidad difícil de prever del medicamento pasa por el parénquima hepático. De todos modos, una ventaja es que los fármacos administrados por vía rectal eluden parcialmente el paso por el hígado, ya que las venas hemorroidales inferiores y medias desembocan directamente en la vena cava. Se recurre a la vía rectal para administrar fármacos que irritan la mucosa gástrica, fármacos que se destruyen por el pH o por las enzimas digestivas o fármacos que tienen mal olor o sabor. Resulta, además, útil en pacientes inconscientes y en niños.

Se utilizan supositorios que llevan como vehículo gelatina, glicerina o manteca de cacao, y los excipientes pueden también obstaculizar la absorción. Pueden emplearse enemas para mejorar la absorción.

Supositorios: son cuerpos sólidos de diversos tamaños y formas, adaptados para la introducción en el recto. Se deben ablandar o disolver a temperatura corporal.


Vía respiratoria: (Nebulizaciones, aerosoles, polvos para inhalar) Algunos compuestos, sobre todo los anestésicos generales, siguen esta vía para penetrar en la circulación general y producir sus efectos, pero además, el parénquima pulmonar a menudo absorbe sustancias aplicadas con finalidad local.

La absorción es rápida por la gran superficie de la mucosa traqueal y bronquial (80-200 m2) y por la proximidad entre la mucosa y los vasos pulmonares. 

Para administrar productos líquidos se utilizan las nebulizaciones (pulverizadores), y para productos sólidos, los aerosoles (dispersiones finas en un gas). Se administran así broncodilatadores, antibióticos, corticoides, etc. Como inconvenientes destacan la imposibilidad de regular la dosis y la molestia o irritación que puede provocar la administración.

Existen distintos dispositivos para la administración de principios activos por vía inhalatoria como los: aerosoles, nebulizaciones e inhaladores.



  • Los aerosoles farmacéuticos son soluciones o suspensiones conteniendo principios activos que se envasan bajo presión y que se liberan con la activación de una válvula apropiada. Están destinados a la aplicación sobre la piel y la aplicación local en las vías aéreas superiores (aerosoles nasales), la cavidad oral (aerosoles bucales y sublinguales) o los pulmones (aerosoles para inhalación).
  • Las soluciones para nebulizar son soluciones medicamentosas destinadas a llevar la medicación hasta las partes más profundas del tracto respiratorio. Se logra colocando la solución en un nebulizador donde se produce atomización del líquido en finas y uniformes partículas suspendidas en un gas (oxígeno o aire) (F.N.A.8º Ed.)
  • Los inhaladores de polvo seco, a partir del medicamento en estado sólido, se liberan partículas suficientemente pequeñas de forma que la fuerza de la inhalación arrastra el producto hacia el interior de las vías aéreas.

La absorción por la mucosa rinofaríngea puede considerarse absorción respiratoria (aerosol, spray, gotas). Por lo común, los fármacos se depositan en esta mucosa con un objetivo exclusivamente local. Sin embargo, los antisépticos y antiinflamatorios nasales y, sobre todo, los vasoconstrictores nasales pueden absorberse con facilidad en ella. En ocasiones, esta vía puede utilizarse para obtener efectos terapéuticos sistémicos.


Vía de administración transdermica (percutánea). Hasta hace poco, la piel sólo era considerada una zona de aplicación de fármacos de acción local. La aparición de intoxicaciones por sustancias de administración tópica puso de manifiesto el interés de utilizar fármacos que, atravesándola piel, produzcan una acción sistémica (vía percutánea). Así, cada vez son más los fármacos que, administrados tópicamente mediante distintos dispositivos (oclusión, sistemas transdérmicos, etc.), son capaces de proporcionar niveles sistémicos suficientemente altos como para lograr efectos analgésicos, antihipertensivos, antianginosos o de sustitución hormonal.


Los parches transdérmicos. Los componentes básicos de los parches que existen en el mercado farmacéutico consisten en:

Una lámina protectora externa, b) un reservorio para el principio activo, que puede tener una membrana de control de velocidad y c) una membrana microporosa que permite la liberación continua del fármaco que se encuentra en su interior mediante un mecanismo de difusión pasiva. Estos parches proporcionan niveles plasmáticos terapéuticos constantes del fármaco, siempre que la piel permanezca intacta. La liberación del fármaco desde el parche se realiza durante un período de tiempo que fluctúa entre 24 horas y una semana.

Los parches transdérmicos tienen la ventaja de evitar la inactivación por enzimas digestivos y el efecto del primer paso hepático. Esta forma farmacéutica proporciona niveles plasmáticos estables y un mejor cumplimiento terapéutico por parte del paciente. Estos sistemas reducen los efectos secundarios y permiten el uso adecuado 

de sustancias de vida media corta. Sin embargo, también presentan inconvenientes como es el hecho de que, debido a la lenta difusión del principio activo, se tarda un cierto tiempo hasta que se alcanza en plasma el estado de equilibrio estacionario. Por ello, solo se deben utilizar para tratar a pacientes crónicos. Otro de los inconvenientes es que los sistemas transdérmicos solo son útiles para un número limitado de fármacos (aquellos liposolubles y de peso molecular relativamente pequeño, capaces de pasar a través de la capa cornea).


Vía genitourinaria: (Óvulos, tabletas vaginales, cremas) La mucosa vesical tiene escasa capacidad de absorción. Las mucosas uretral y vaginal son, sin embargo, idóneas para la absorción, y cuando los fármacos se aplican en ellas tópicamente pueden llegar a producir cuadros de intoxicación general.

Óvulos: formas farmacéuticas solidas o semirrígidas obtenidas sobre moldes para su aplicación en vagina donde ejercen su acción.


Vía conjuntival: (Colirios soluciones o suspensiones), pomadas y ungüentos. La mucosa conjuntival posee un epitelio bien irrigado y absorbe diversos fármacos. Las soluciones que allí se apliquen deben ser neutras e isotónicas, y pueden utilizarse soluciones oleosas. En ocasiones puede producirse, además, cierta absorción sistémica y efectos indeseados.

Colirios: preparación farmacéutica en la que el fármaco suele estar en solución o suspensión acuosa u oleosa para ser instilada, en forma de gotas, en el fondo del saco conjuntival. Los colirios deben ser indoloros, no irritantes, estériles e isotónicos. El ojo tolera valores de pH entre 6,6 - 9.



Vía ótica: soluciones acuosas u oleosas, cremas, pomadas o ungüentos destinados a ser administrados en el conducto auditivo externo.


Vía dérmica o cutánea: (Cremas, emulsiones, geles, ungüentos, pomada, solución o loción, aerosoles o spray, polvo o talco) La absorción es bastante deficiente, pues, en principio, la piel es un epitelio poliestratificado de células cornificadas que protege al organismo del exterior. El mayor interés de esta vía es la terapéutica local dermatológica. No todos los fármacos penetran con facilidad a través de la piel íntegra. 

La absorción depende de la superficie sobre la que se aplican y de su liposolubilidad. Sin embargo, la dermis es permeable a numerosos solutos y, por lo tanto, los fármacos se absorben 

con mayor facilidad hacia la circulación general a través de la piel desnuda, quemada o lacerada. Asimismo, la inflamación y otras circunstancias que aumentan la irrigación cutánea también incrementan la absorción. Es posible aumentar la absorción a través de la piel suspendiendo el fármaco en un vehículo oleoso y frotando la preparación sobre la piel. La piel hidratada es más permeable que la piel seca, de manera que conviene modificar la presentación o aplicar un vendaje oclusivo para facilitar la absorción.

Entre las principales formas farmacéuticas de administración cutánea  se encuentran:

Formas líquidas:

  • Lociones: Soluciones, suspensiones o emulsiones destinadas para la aplicación tópica sobre la piel. Las soluciones tópicas son generalmente acuosas, aunque a menudo contienen otros solventes como alcohol o polialcoholes.
  • Linimentos. Oleosos y líquidos, se pueden utilizar como emolientes o para provocar una acción revulsiva o para facilitar la absorción de ciertos medicamentos. Se preparan con aceites de tipo medicinal  pueden o no contener principios activos.

Formas semisólidas:

  • Pasta: formas farmacéuticas semisólidas que contienen un alto porcentaje de sólidos, pueden prepararse a partir de un gel acuoso o a partir de excipientes grasos obteniéndose, en estos casos, Ungüentos espesos que no se ablandan a la temperatura corporal y en consecuencia sirven como capas protectoras para las aéreas donde se aplican.
  • Ungüento: Pomada en suspensión de elevada consistencia y, por tanto, reducida extensibilidad. Se utilizan como vehículo grasas y/o resinas. Mayor concentración de fármaco. Los ungüentos, forman una capa impermeable (capa oclusiva), sobre la piel que impide la evaporación del agua de la piel.
  • Pomada propiamente dicha: De consistencia (extensibilidad) intermedia, mayor que la crema y menor que la pasta o ungüento. Se trata generalmente de una pomada solución. Contiene hasta un 40% de agua sobre una base grasa.
  • Crema: forma farmacéutica semisólida emulsionada que contienen uno o varios principios activos y hasta un 80% de agua, de consistencia más fluida. Tradicionalmente se aplicaba a emulsiones agua/aceite o viceversa de consistencia relativamente fluida. Sin embargo recientemente se aplica el término a emulsiones de aceite en agua o dispersiones acuosas microcristalinas de ácidos grasos o alcoholes fácilmente lavables, cosmética y estéticamente más aceptables.
  • Gel: Fácilmente extensible. Sistemas semisólidos con un alto contenido acuoso o hidroalcohólico. Se licua al aplicar.

Formas sólidas: Polvos dérmicos, constituidos por una sustancia o mezcla de sustancias finamente divididas utilizados con fines terapéuticos o estéticos.