La esquizofrenia es, dentro de las patologías mentales, la más severa, que se caracteriza por tener un gran impacto no solo en el individuo sino también en la familia y la sociedad. Se encuentra dentro del grupo de los trastornos psicóticos. Se caracteriza por provocar alteraciones en el pensamiento, de las emociones, percepciones y de la conducta.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), afecta al 1% de la población, y tiene mayor prevalencia en hombre que en mujeres. en los primeros suele iniciar entre los 18 y 25 años, mientras que en las mujeres es entre los 23 y 35 años de edad.
Tipos de esquizofrenias:
Esquizofrenia paranoide: este tipo se caracteriza por la presencia de una preocupación excesiva por una o más ideas delirantes, alucinaciones auditivas frecuentes, etc. No tiene dificultad en el lenguaje, no presentan una afectividad aplanada.
Esquizofrenia desorganizada o hebefrénica: acá tanto el lenguaje como el comportamiento se ven alterados, se caracteriza por no tener orden, ni concierto, ni responder a los estímulos externos de manera adecuada. dentro de estas las personas experimentan un afectividad aplanada o no reaccionan apropiadamente.
Esquizofrenia catatónica: quienes tengan este tipo presentan una inmovilidad, que se denomina catalepsia, un negativismo extremo, mutismo, la adopción de posturas extrañas o movimientos estereotipados, así como abundantes muecas y manierismos, o imitación de las palabras (ecolalia) o movimientos de su interlocutor (ecopraxia). aunque en algunas oportunidades, contrariamente, pueden pueden presentar una actividad motora excesiva.
Esquizofrenia indiferenciada: en esta se presentan síntomas como los anteriormente descritos, pero sin que éstos puedan, en su conjunto, permitir clasificarla como paranoide, desorganizada o catatónica.
Esquizofrenia residual: en este tipo no se dan ideas delirantes, alucinaciones, catatonia ni desorganización del lenguaje o el comportamiento. Únicamente se dan manifestaciones leves de síntomas tanto positivos como negativos pero de menor magnitud.
Sintomatología: los síntomas están divididos en dos grandes grupos: positivos; negativos.
Positivos:
Delirios: Son creencias falsas, pero con convencimiento concreto de algo que no sigue un pensamiento lógico.
Alucinaciones: Son percepción de una imagen, un objeto o un estímulo exterior inexistentes que son considerados como reales. Pueden ser: auditivas, visuales, táctiles, etc.
Comportamiento extravagante: vestido y apariencia inusual; comportamiento social y sexual inadecuado; comportamiento agresivo o negativo; conducta repetitiva de actos y rituales.
Trastornos formales del pensamiento: tangencialidad, incoherencia como discurso incomprensible, ilogicalidad, circunstancialidad, distraibilidad, asociaciones fonéticas, etc.
Negativos:
Pobreza afectiva: expresión facial inmutable, escaso contacto visual, incongruencia afectiva y ausencia de respuesta, movimientos espontáneos disminuidos, etc.
Alogia: pobreza del lenguaje y su contenido, bloqueo, incremento en la latencia en la respuesta.
Falta de atención.
Abulia-Apatía: menor atención en la higiene, falta de persistencia en trabajos, anergia física.
- Anhedonia-Insociabilidad: falta de interés por actividades recreativas, decremento en la actividad o interés sexual, incapacidad para sentir proximidad o intimidad, relaciones restringidas.
- Revista "Rol enfemero". 2001. paginas 23-25.
- https://psychiatryonline.org/pb-assets/dsm/update/DSM5Update_octubre2018_es.pdf
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