La agitación o excitación psicomotriz es un síndrome caracterizado por hiperactividad motora y alteraciones emocionales, que puede manifestarse en una gran variedad de enfermedades médicas y trastornos psiquiátricos. Hay que saber que no es una enfermedad, sino que es un conjunto de sintomas.

Se define como un trastorno de la conducta caracterizado por actividad verbal y motora excesiva, irritabilidad, falta de cooperación, exabruptos verbales, actitud amenazante y hasta violencia física.

Las causas pueden deberse tanto a causas psiquiatricas como  esquizofrenia, trastorno bipolar, depresión psicótica, trastornos de la personalidad, estres postraumático, o a alteraciones como hiperglucemia, hipoglucemia, entre otras. Ademas, puede ser secundaria al abuso de drogas o a efectos adversos de algunos fármacos como los corticoides o los anticolinérgicos, o secundaria a la abstinencia de ciertos medicamentos.

Representa una urgencia en la que existe la necesidad de actuar con rapidez a fin de garantizar la seguridad del paciente y del entorno; por este motivo estos episodios suelen requerir intervención terapéutica previamente al diagnóstico etiológico del episodio

Puede deberse a tres grupos de causas

1- Delirium (síndrome confusional o síndrome cerebral agudo): se caracteriza por la afectación de la conciencia, representada por una alteración del nivel de alerta, una disminución de la atención, y la pérdida de la orientación, sobre todo la temporal. De acuerdo con la gravedad del cuadro, podemos encontrar, además, alteraciones de la memoria, del lenguaje y del ciclo sueño-vigilia. La esfera emocional puede encontrarse afectada  tambien apareciendo ansiedad, miedo, labilidad, depresión,etc.

2- Trastornos psicóticos no asociados a Delirium: en este tipo, la conciencia no se ve afectada, en cambio, se caracteriza por alteraciones clínicas, principalmente por la presencia de vivencias delirantes, alucinatorias o conductas desorganizadas. Los delirios suelen tener contenido más extraño que en el Delirium, y las alucinaciones son predominantemente auditivas. Los trastornos afectivos, incluyendo los cuadros de manía, se vinculan en menor medida a episodios de agitación.

3- Trastornos no psicóticos con agitación, no asociados a Delirium: 
-Trastornos de Ansiedad: los pacientes con crisis de angustia, con cierta frecuencia, pueden presentar episodios de agitación. 
-Trastornos de Personalidad: especialmente el antisocial y el límite pueden presentar episodios de agitación y violencia.
-Trastornos Adaptativos: bajo ciertas circunstancias estresantes o de gran demanda emocional, pueden presentarse episodios de agitación en personas vulnerables, sin psicopatología de base. 

Protocolo de actuación: es necesario saber que los pasos, que definiremos a continuación, no debe cumplirse estrictamente, sino que se tendrán presentes las particularidades clínicas del caso específico.

1- Control de la conducta/medidas de seguridad: lo mas importante aca es la "seguridad", tanto la del personal interviniente como la del entrevistado. El consultorio debe contar con muebles sólidos y pesados, estando despejados de objetos que puedan ser utilizados como armas. Lo mejor seria contar con dos puertas sin traba. En caso de una puerta, el o los entrevistadores, deberan tener acceso a ella. También, es importante tener un sistema de llamada al exterior para situaciones de emergencia.
se deben situará a una distancia prudente del mismo. El acompañante podrá estar presente si actúa como elemento tranquilizador. Si el riesgo de violencia es elevado, el encuentro será con la puerta abierta y con otras personas fuera próximos a la puerta, el entrevistador deberá intentar conocer todo lo posible sobre el mismo, a fin de valorar el riesgo de la situación y adoptar las siguientes medidas de seguridad personal:  
-Quitarse collares, aros, anteojos, corbatas o pañuelos antes de iniciar entrevista, evitando el uso de todo objeto que pueda ser utilizado como arma.  
-Avisar al equipo tratante sobre entrevista con posible riesgo. 
-Nunca dar la espalda a paciente agitado o violento. 
-Dirigirse al paciente de manera calma y pausada, mostrando interés en su relato, nunca ignorar ni criticar lo que comunique, manteniendo las manos a la vista (para evitar sospechas y reaccionar rápidamente para defensa ante una agresión). 
-Evitar movimientos bruscos o súbitos, iniciando, en la medida de lo posible, la entrevista con temas neutrales o secundarios, y no con aquellos referentes al comportamiento del paciente. 
-Nunca intentar "tocar" al paciente.
-Estar atentos y distinguir entre "violencia posible" y "violencia inminente"
2- Intervención para el control de la conducta (contención):  las medidas de contención son un elemento básico e importante para intentar controlar la agitación, hay que saber que son un medio y no un fin en sí mismas, ya que deben ayudar a posibilitar la evaluación, diagnóstico y tratamiento. 
-Contención verbal: en la medida de lo posible, debe constituir el primer paso. Se debe transmitirse al enfermo que se lo está tratando de ayudar frente a su enfermedad.
-Contención física/mecánica: es un procedimiento que permite limitar los movimientos mediante sistema de inmovilización física. Debe aplicarse unicamente en caso de que fracasen las medida anterior, o por seguridad, tanto del paciente como el entorno. Debe ser siempre temporal hasta lograr el control conductual o el resultado farmacológico esperado.
Para llevarla a cabo se debe contar con un equipo de no menos de cinco personas, los nudos utilizados deben ser de fácil remoción. Es importante registrar en la historia clínica todos los motivos y circunstancias que motivaron el procedimiento de contención. Para el seguimiento del paciente inmovilizado se deber aflojar periódica o rotatoriamente las ataduras, controlar signos vitales, al menos cada 30 minutos, asegurar correcta hidratación, vigilar vía aérea e higiene.

3- Evaluación del paciente: el proceso debe ir encaminado a encuadrarlo en uno de los tres grupos etiológicos citados, y en especial, a descartar lo más rápido y eficazmente posible las causas que puedan suponer un riesgo vital para el paciente.

4- Tratamiento farmacológico: se utiliza en la mayoría de las situaciones, más allá de las medidas citadas anteriormente. Las conductas terapéuticas para el manejo de la Excitación Psicomotriz presentan una gran variabilidad.
Hay que tener en cuenta dos factores para el tratamiento farmacologico: la vía de administración y el tipo de drogas.
La vía endovenosa es  la de más rápida acción, pero su uso depende de que el estado del paciente permita su aplicación, y de que se cuente en la sala con el personal entrenado y el instrumental necesario para implementarla;  La vía intramuscular combina los beneficios de una fácil aplicación y un relativamente rápido inicio de su acción terapéutica, por lo cual continúa siendo en nuestra práctica la vía más utilizada. 
Si bien se aconseja siempre ofrecer en primer lugar una medicación por vía oral, es muy frecuente que esto se vea imposibilitado por la falta de cooperación del paciente. 

En cuanto a la eleccion de la droga, los grupos farmacológicos habitualmente prescriptos para el tratamiento de esta son las benzodiazepinas (BZD) y los antipsicóticos  tanto típicos (AT) como atípicos (AA).